He de confesar que mi afición por el bádminton, hasta ahora ha sido nula, a pesar de considerarme un entusiasta admirador y practicante de los deportes de raqueta. Viendo como se las gasta Carolina Marín en la pista es difícil no estar atento y totalmente enganchado al discurrir del juego. ¡Guauuu...! Menuda fuerza, concentración, confianza y como algún diario deportivo destaca, menuda garra, lo que recuerda a Nadal. No recuerdo haber disfrutado tanto viendo un deporte. Deporte bastante desconocido para mí, pero viendo tanta pasión puesta en un terreno de juego por esta onubense de 21 años así como la plasticidad del mismo, solo quedaba estar pegado a la pantalla y disfrutar. Para los neófitos en esta disciplina, quizás sea difícil entender el logro de esta mujer. Deporte totalmente dominado por el continente asiático ha llegado una europea y para mas detalle española para quitarles tanta autoridad. Mi enhorabuena a todo su equipo técnico que en tan corto periodo de tiempo han conseguido europeo y título mundial. No ha de extrañar, si a partir de ahora afloran aficionados y practicantes de un deporte tan desconocido, por lo menos por mí, como lo han sido otros muchos deportes en su inicio de este país. Lo que si está claro, es que cuando hay preparación, conocimiento, esfuerzo, trabajo y muchas ganas de triunfar, el éxito esta asegurado. Lo dicho, mi mas sincera enhorabuena a Carolina y su cuerpo tecnico entre los que no se si hay psicólogo del deporte, se han ganado un aficionado mas deseoso de seguir viendo triunfos en esta disciplina, por cierto olímpica. SALUDOS.
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