¡¡Socorro... esto no va bien!!

¡Socorro... algo no va bien!. ¿Podemos tomar una decisión trascendental a sabiendas de que va en contra nuestra y en el que tantas personas se pueden ver afectadas?. Está claro, que sí. ¿Este tipo de decisiones no crean disonancia cognitiva?. Elección discordante entre dos o más alternativas que nos puedan provocar estrés, ansiedad, cambio de actitud, etc... Nuestra coraza, ¡impenetrable!. No... esto no va bien. ¿Todo es posible en política?. Cuando las diputadas del congreso tienen que decidir entre su posición como mujeres - supuesto de decisión libre - y la lealtad a su grupo parlamentario en un proyecto de ley con tanto rechazo de mujeres y mujeres, acatando las normas de su partido, no se entiende que quienes tienen que responder por nosotros, los de a pie, estén capacitados para tan importante empresa. ¡Señoras diputadas!, la ley sigue adelante. En el concepto democrático, ¿no está implícito la decisión y opinión libre, independientemente del interés general de un grupo?. ¡¡Ah... claro!!. ¿Vivimos en democracia?. Los bancos coaccionan continuamente nuestras decisiones como pueblo. La troika impuesta por Alemania deciden por nosotros que recortes se hacen y como se hacen. Los partidos políticos que llegan al poder hacen y deshacen a su antojo todo lo que en las urnas se elige, sin proyecto político - callada por respuesta - o hacen todo lo contrario a sus promesas, mintiendo a todos, para llegar a donde llegan. Hay muchas voces que se están alzando para la modificación de un ley electoral donde se pueda votar a la persona, independientemente del partido político al que pertenezca. No se puede entender que quienes opinen distinto a lo que decida alguien con renombre dentro de este, no puedan retirar su apoyo, porque el beneficio de unos pocos normalmente no es el beneficio de todos. Que no me vendan el cuento, las personas que no pueden votar en conciencia y con conciencia están coaccionadas y no votan libremente. No me creo que estas mujeres que dicen, es importante la unidad o la disciplina de partido, hayan votado sin el regomello de sentirse "violadas", si se me permite la expresión, en su fuero interno y más íntimo. Amigas lectoras, si entre vosotras hay alguna con vocación política, si esto funciona así, esto no va bien... Necesitamos cambios, sea de la índole que sea. Recuperar nuestra propia decisión y opinión, allá donde nos movamos; en la empresa, en la reunión de la comunidad, en la escuela como padres, educando a nuestros hijos, en la cola del paro, en la universidad... sea donde sea. La decisión sea cual sea es nuestra, aunque nos movamos contra corriente, librémonos del temor "al que dirá la mayoría". Como propósito de enmienda personal, estoy en ello. SALUDOS.