miércoles, 6 de agosto de 2014

Vaya cabezas.

El que un chaval de quince años en Estados Unidos, decida depilarse a lo bonzo (fire-challenge), con alcohol y llama incluido, puede parecer llamativo. Posteriormente, dejarse grabar y exponerse en esta guisa en redes sociales, también resulta llamativo. Pero, perder la vida por esta idiotez, menudo drama para los que le estaban grabando sin poder hacer mucho para salvar su vida. Este tipo de retos que tanto se propagan en las redes entre los adolescentes, según los profesionales de la psicología solo pretende estimular la adrenalina por el riesgo que supone y el propio reto lo hace mucho mas adictivo. Menudas modas, balconing - saltar desde un balcón a una piscina -, cucharaditas de canela - tragar sin agua y aguantar durante un minuto sin toser-, neknominate - beber alcohol mientras haces alguna actividad que implica cierto riesgo -. Para algunos chavales, el que no le llamen gallina, puede ser el mejor estímulo para intentar semejantes tonterías. Supongo que todos estos chavales que se lucen en las redes haciendo todo este tipo de cosas tendrán una educación, padres responsables e incluso mucha inteligencia, pero el picarse para ver quien es más tonto aporta al torrente sanguíneo más éxtasis que midiendo las consecuencias de sus actos. Como explicarle a los míos que tengan la suficiente cabeza para evitar entrar en estos círculos de reto, pavoneo e idiotez si se sienten incluidos en un grupo mediático de millones de personas haciendo tonterías y reírte por ello. Parece que las autoridades han puesto veto a la propagación de estos vídeos en las redes para que no se secunde el ejemplo. Hay que ver todo lo bueno que nos aporta internet y también todo lo malo que hay que controlar. No se me ocurre, otro antídoto para este tipo de cosas, que educación, sentido común, autoestima y límites al desenfreno de la locura de aquellos que se sienten a gusto jugando con su vida y lo admiren por ello en redes o los medios que sea. Las cosas han cambiado mucho desde que yo era un chaval, sobretodo por que no había internet, pero el peligroso jugueteo con drogas o alcohol también estimulaba lo suficiente como para retarse entre colegas, lo prohibido aporta mucha adrenalina y alguno de los que en aquellos tiempos conocí han dejado de estar entre nosotros. Los tiempos y las modas cambiarán, pero librarse de todo este tipo de cosas requiere algo más que suerte y supongo que será un poco más de cabeza, olvidarse de las consecuencias puede ser importante. SALUDOS.

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