martes, 11 de marzo de 2014

Hablemos de mentiras y falsedades.

Últimamente apetece escribir algo que esté mas adentro en la ficción que en el realismo cotidiano.
    Esa mañana, mala noche, cansada más de lo normal, apoyaba la cabeza sobre el marco de aluminio que bordeaba el cristal oscuro de aquella ventana. El paisaje, corría y corría, mientras sus pensamientos, paraban y paraban. Su hija de cuatro años, molesta por una gripe no paró en toda la noche de agitarse y quejarse, rompiendo su sueño cada poco tiempo. Un inesperado sonido tan extraño como estruendoso y violento atrajo su atención agresivamente y una terrorífica presión la empujó contra el espaldar de su asiento. Una nube tan repentina de blanco humo, así como pequeños artefactos entre sólidos y viscosos tornaron ese vagón y su rostro de un color rojizo y macabro. Asientos levantados y metales retorcidos dieron paso a continuas y escalofriantes quejas pidiendo ayuda a la desesperada. Los viajeros y asientos delante de ella sirvieron de parapeto para una onda expansiva que obligó a tantas vidas dejar aquel lugar. El convoy paró bruscamente y el silencio a medias solo dejaba paso a gritos y quejidos. No podía responder, suponía que nada le impedía dar un salto e intentar salir de tal desastre. No reaccionaba, solo podía, con los ojos muy abiertos observar lo que parecían cuerpos mutilados y malogrados sin movilidad.
   Unas elecciones muy cercanas y un gobierno muy alejado de la realidad por intereses electorales. El desprestigio del gobierno por el apoyo a una guerra inventada, tendría consecuencias desastrosas en las urnas si además el atentado sonaba a venganza por ese apoyo. Había que hacerle creer a la población, con sospechas fundadas por la confusión, de una autoría distinta que sirviese a sus propósitos electorales. Aunque en un principio podían ser sospechas justificadas, todos excepto lo que gobiernan y sus perros de caza, perpetraron una manipulación informativa que no ayudaron en absoluto, ni a las víctimas, ni a la población y sí, y mucho, a la oposición. La investigación lleva a unos sospechosos arrinconados en un piso, ante el asalto de las fuerzas de seguridad, deciden que su otra vida estaba mas cerca que esta, volando por los aires y a quien puedan llevarse por delante.
   Diez años después, tras las pertinentes investigaciones y su posterior juicio, se identificaron autores, culpables y colaboradores. Para muchos de los actuales dirigentes de aquel gobierno, la farsa y la mentira sigue alimentada injustificadamente. No está nada mal para un guión de ficción, amigos. SALUDOS.

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