jueves, 6 de marzo de 2014

Una vez más ...

La actualidad nos vuelve a sorprender con acontecimientos históricos y de los que se han vivido mucho en los últimos tiempos. La historia se vuelve a repetir. Ya sea primavera árabe o invierno europeo, la gente se cansa de pasarlo mal para que unos pocos saqueen y vivan de lujo. Ucrania es un ejemplo más de la rebelión de un pueblo para pedir lo que consideran justo. La necesidad de un cambio es suficiente como para exponerse a perder la vida. La oposición a facilitar esos cambios, es otro denominador común de aquellos que quieren aferrarse a la poltrona, sea como sea. Un pueblo dividido, caldo de cultivo para que "señores de la guerra" se froten las manos. La opción de tirar hacia oriente u occidente es un dilema que oriente no está dispuesto a permitir. La cuestión es que tampoco occidente (Unión Europea) está dispuesta a disgustar a un gigante que aporta el 25% del gas que se consume en Europa y además cuesta 100 millones diarios. Siendo Ucrania, sitio de paso para toda la UE. ¿Hacia donde tirar? Parte de un pueblo cansado de la tradición rusa y con esperanzas de encontrar algo diferente en la UE como socia. La otra parte del pueblo en seguir como hasta ahora, sobretodo para aquellos que en Rusia tienen su manutención asegurada. Hasta donde llegar cuando el entendimiento es muy poco. Al igual que cuando las parejas se separan, la peor parte se la llevan los hijos. ¿Que se espera de la reacción de un pueblo, donde los intereses económicos son tantos? Nos echamos hacia delante, con todas sus consecuencias o mantenemos nuestra disposición a seguir como estábamos. No soy yo, ni mi familia los que están en esa tesitura y por lo tanto, tampoco sé como reaccionaría. Pero lo más probable es que tal agresión - de unos por desestabilizar y otros por imponer - veamos un nuevo éxodo de personas huyendo de la barbarie, injusticia y tantas necesidades. No hace tanto que Europa vivió una contienda bélica con limpieza étnica de fondo. La cicatrización perdura intentando esconder tantos horrores. ¡Ojalá! Queridos amigos, no tengamos que vivir ni sufrirlo de nuevo. Ucrania no está tan lejos, ni Siria y Egipto, ni Somalia, ni todo Africa, ni todo Asia, ni toda América, el mundo es más pequeño de lo que parece y todos estamos en él. En esto la globalización también tiene algo que ver. En una guerra civil o contienda bélica de cualquier tipo, nos llegan noticias, y los horrores que vemos, oímos y leemos en ellas transgreden nuestro ánimo y entusiasmo por muy indiferente que lo queramos ver o creamos ser. SALUDOS.

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